
Nada tan complicado como ser zapatero y que el secretario real del palacio te obligue a hacerle media suela y taco a un solo zapato de cristal que se rompe apenas hundo a golpes de martillo el primer clavo, para lastimar los pies de una muñequita que no podrá quitárselo nunca más.
Clau, tus textos van más allá de los sentidos, me llevan al país de Nuncajamás, que nunca jamás dejes de escribirlo...
ResponderEliminarJa jaaaa, ¡Genio!
ResponderEliminarMe encanta.