sábado, 28 de noviembre de 2009

Naipes

No me conquistan tus ases de oro, ni les temo a tus corceles de basto. No beberé ni una sola copa con tu sota, aunque me des la espada de tu reino.
Construiré con tu mazo un castillo, para los nadies que reparten sus sueños en una mano.





del libro "Como racimo de abejas"

lunes, 23 de noviembre de 2009

Partir

(microcuento)


En caso de humedad extrema, empeñe su paraguas, diríjase luego a la proa de su balcón para zarpar.
Navegue el delta de alquitrán de su bocacalle hacia mar abierto, donde no hay semáforos que lo demoren en su travesía al sol.


del libro "Como racimo de abejas"

viernes, 20 de noviembre de 2009

Fragmento



La sed de mis ojos
convoca a la gota
y con sal
esculpe una lágrima,
un apéndice de ola.

Cuando esté vacía
como los caracoles,
repetiré este mar
que llevo adentro.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Para que no vuele




Mi memoria de fragancias
a jabón limzul
me regresa al lavadero
a la ropa blanca de mi madre
a su voz de espuma.
Canturreando
mitigaba manchas y rutina
y
hasta parecía feliz en el patio
sitiada de libertades
recién tendidas.
Y cuando los vendavales
saqueaban su soga,
yo sujetaba con broches
y con plegarias
las alas de su pollera…

Intuyo
la proximidad de tus mieles
Espero
la cosecha,
los panes que traerán tus manos,
tu primera mirada
que hará sonrojar al mundo
por su impureza,
la paz de tu inocencia
aguardo
y el abrazo que me hará sentir completa...

Escasez


Es
como desamarrar
las órbitas de la palabra
para recluirlas
en esquelas enjauladas
sin el relieve de los sentidos.

Hay que sondear la entrelínea,
leer con los ojos cerrados
la borra del silencio
y recién completar
ese grito
que nunca alcanza.

Adiestramiento


( microcuento)

Mi madre me enseñó a mantener cortas las garras, a pulirlas, a pintarlas de colores, disimularlas tan bien que todos crean que son uñas de manicura.
Debo afeitarme las plumas tres veces al día y evitar los graznidos.
Todo para ser este canario de rapiña en el espejo.



del libro "Como racimo de abejas"

Cielo arriba

Mi padre colecciona escaleras
de todos los tamaños.
Tiene una para zambullirse en las nubes
y otra para quitarle las telarañas a la luna.
Algunas para profanar panales en enero
y otras más, para constelar de crepúsculos
los techos sin paisaje.

Tiene un trapecio de andamios
para espiar en los balcones,
para subir y bajar cortésmente
saludando con su pincel equilibrista.
Adherido a las cornisas
con su oficio de andar en el aire
coloreando muros de vértigos callados.

Mi padre y sus sencillos proverbios
y sus leves pies inaugurando atajos
en los peldaños del viento.
Un vino a la siesta. Un mate a la sombra
y hacer el amor con los pájaros,
si el clima y el reuma lo permiten.

Y aunque los años conspiraron los barrotes
que hoy enjaulan su cuerpo ingrávido,
sus ojos viejos aún vuelan, deseperados
a remontar su alma obrera de abeja consagrada
pese a todo, siempre, siempre cielo arriba...





del libro "De hiedras y grietas"

Semejanza


Me pregunto a qué árbol me parezco
a qué otra mansedumbre de pie,
a qué otra ira disimulada,
antes que el otroño se lleve
la prueba innegable de la primavera
y agosto amenace la memoria
de los siempreverdes.
Es tan difícil mantener el equilibrio
el alma vertical
y las raíces de arena.
Pero mi nombre escrito entre las hojas
se pierde de vez en vez
para ser viento.

Sollozo gastronómico

(narrativa breve)


Su ciclópea mirada emana cierta hipnosis de órbitas concéntricas.
Hasta el cuchillo se detiene en el aire interrumpiendo su ritmo de julianas.
Tengo una urgencia de llanto por culpa de una cebolla, justo ahora que están llegando los invitados.



Del libro "Como racimo de abejas"

Percibo el mundo
con sensatez,
con equilibrio,
con ese grillete llamado mesura
que aprieta mis sentidos
ajustados a la excepción del siempre
y a la comodidad del nunca.
He domesticado mis ojos
al punto
de pensar mi llanto dos veces
y tengo el alma amaestrada
como un viejo animal de circo
haciendo piruetas para nadie.



del libro "De hiedras y grietas"