Como racimo de abejas
viernes, 7 de febrero de 2014
TEST DE EMBARAZO
Inicio de la luz que bendice la predicción
tiempo de renacuajos en el relieve que se impone
agua que será mimbre en una venia de mareas.
La mujer pecera ausculta sus proporciones de vidrio
y ensaya insomnios al borde de la cuna.
martes, 5 de noviembre de 2013
Creadores
Y Dios creó al hombre a su imagen y semejanza.
Macho y hembra los creó.
Y la humanidad habitó la tierra. Concibió los astrolabios y las clepsidras para medir las estrellas y el tiempo, el compás y la geodesia para dividir la tierra y los mares, la pila bautismal y la pira de muerte, la silla mecedora y la silla eléctrica, la cuna y la cruz y la palabra guerra.
Y se espantó Dios de la voraz creatividad de sus criaturas.
Entonces gestó Dios en la mirada del poeta, en el pulso del artesano, en el puño del panadero, su divina rebelión como un alarido de paz cotidiana.
Pero el hombre inventó la indiferencia.
del libro "Como racimo de abejas"
Y Dios creó al hombre a su imagen y semejanza.
Macho y hembra los creó.
Y la humanidad habitó la tierra. Concibió los astrolabios y las clepsidras para medir las estrellas y el tiempo, el compás y la geodesia para dividir la tierra y los mares, la pila bautismal y la pira de muerte, la silla mecedora y la silla eléctrica, la cuna y la cruz y la palabra guerra.
Y se espantó Dios de la voraz creatividad de sus criaturas.
Entonces gestó Dios en la mirada del poeta, en el pulso del artesano, en el puño del panadero, su divina rebelión como un alarido de paz cotidiana.
Pero el hombre inventó la indiferencia.
del libro "Como racimo de abejas"
sábado, 29 de septiembre de 2012
jueves, 22 de marzo de 2012
Al Flaco Spinetta
que murió sin morir
Hombre repetido en los acordes
fulgor que se da a luz
y sigue naciendo.
No habrá quién recoja
las cenizas
de esos ojos de papel.
Hay tantas venas
que abriste hacia el futuro
dedos confines
que empuñaron la guitarra
como vientre.
Astronauta con los pies en la tierra
te devuelve el sol
las plegarias sin sombra
de los niños dormidos
que hoy te sueñan
para siempre
en tu eternidad de pentagramas
y diamantes.
Hombre repetido en los acordes
fulgor que se da a luz
y sigue naciendo.
No habrá quién recoja
las cenizas
de esos ojos de papel.
Hay tantas venas
que abriste hacia el futuro
dedos confines
que empuñaron la guitarra
como vientre.
Astronauta con los pies en la tierra
te devuelve el sol
las plegarias sin sombra
de los niños dormidos
que hoy te sueñan
para siempre
en tu eternidad de pentagramas
y diamantes.
jueves, 28 de julio de 2011
Tasación
Vendo casa
con vista a la infancia
cocina poblada de gorjeos
cuando mi madre cantando
exorcizaba a la rabia
Con ventanas amables
al infinito
y alas por bisagras
Una tajada de sol
sobre el mosaico de la galería
y la sombra detenida
de mi padre
Vendo rincones irrecuperables
un escondite de muñecas
y una escalera imposible
para reponer estrellas malogradas
con oficio de farolera
Vendo el umbral
de luz intermitente entre beso y beso
el zaguán que fue campanario
el vértigo del balcón insomne
tribuna de ver la luna
El naranjo injertado hacia el fondo
que dio por fruto
una niña de ombligo
que se niega a entregar la llave
y el sudor de sus difuntos
frente al notario que regatea
recuerdos que no tienen precio
miércoles, 13 de julio de 2011
Ella se peina
Va de la raíz a la punta desenredándose la memoria.
El tiempo le ha crecido en la melena.
El peine agita los nudos y abre laberintos ondulados, mellas agridulces, rastros de tijera, íntimos calendarios.
Se acaricia el cabello y se pregunta si algún tramo guarda el recuerdo de los dedos de su madre, el vértice de alguna caricia o la palma de su padre coronando su cabeza de nena definitiva.
Qué queda del mechón en su nuca donde él trazaba resortes con el dedo índice.
La vida que le cae hasta los hombros la va dejando calva de nombres y vivencias y sin embargo, se arremolina en los olvidos pendientes que ha cortado y recortado sin disimulo.
Ella se peina intuitivamente, no necesita espejo para mirarse el alma.
Y se recoge las canas en un rodete tieso y disciplinado aunque ampare una nostalgia antojadiza y despeinada.
Sobremesa
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